sábado, 25 de septiembre de 2021

 

Bicentenario de la Batalla de El Rodeo

Aníbal Palacios B.

    Se cumplen, 12 de mayo de 2021, doscientos años de la Batalla de El Rodeo, evento histórico que resultó determinante para que seis semanas más tarde el ejército patriota obtuviera el triunfo que otorgó la independencia a Venezuela en el campo de Carabobo. La estrategia bélica consistía en confundir al ejército realista y hacerles creer que la batalla final sería en el valle de Caracas.

Rota la tregua acordada en el Tratado de Regularización de la Guerra firmado en la ciudad de Trujillo el 26 de noviembre de 1820, ambos contendientes sabían que Carabobo era el lugar que orientaría el rumbo por el que transitaría Venezuela. Por una parte, estaba muy cerca del poder político, Caracas, y por otra, su condición de encrucijada para acceder a cualquier lugar del país, lo convertían en lugar de importancia estratégica inequívoca e incuestionable. Así, sólo había que defenderla, los realistas; y atacarla, los patriotas. Pero estos optaron por una estrategia de distracción que haría creer a los comandantes españoles que el objetivo era Caracas, y para ellos dispusieron de uno de sus oficiales más destacados, y por ende con el suficiente prestigio para dar veracidad a las acciones militares que comandaba.

José Francisco Bermúdez, inició un avance desde Oriente y en lugar de tomar la vía de Los Llanos para reunirse con el resto del ejército patriota en Carabobo, se dirigió a Caracas y el 12 de mayo de de 1821 enfrentó en Guatire, en El Rodeo para ser más precisos, al ejército realista, al que derrotó y persiguió por lo valles del Tuy y acosó hasta Caracas. El objetivo de Bermúdez no era tomar la ciudad, aunque no lo descartase, sino atraer fuerzas enemigas hacia él, y fue tan eficiente, que el Mariscal Miguel de la Torre, Comandante general de las tropas enemigas.se vio en  la necesidad de enviar tropas para retomar Caracas, y debilitó así las fuerzas con las cuales defendería a Valencia. La historiografía tradicional otorga poca relevancia a la Batalla de El Rodeo, pero sus protagonistas; es decir, el ejército patriota si valoró en su justa medida ese acontecimiento.

La importancia, la trascendencia histórica y el reconocimiento oficial de la batalla de El Rodeo como acción bélica de incuestionable y determinante significación histórica se refleja en el hecho de merecer una Edición Extraordinaria del Correo del Orinoco, periódico oficial del ejército patriota. Después de 105 ediciones ordinarias, el general Carlos Soublette, Director para ese entonces del periódico fundado por Simón Bolívar, consideró que era necesario informar el éxito de la estrategia concebida en el Alto Mando Militar.

La primera edición extraordinaria del Correo del Orinoco (hubo dos más) publicada el 31 de mayo de 1821 fue dedicada a informar a Venezuela y al mundo sobre el éxito de lo que se conoció luego como la Batalla de El Rodeo, lo cual indica la importancia de la misma y que no fue un hecho casual, por lo que era necesario informar al ejército patriota que los planes se cumplían tal como se habían previsto, y que el general José Francisco Bermúdez había logrado atraer satisfactoriamente al ejercito adversario con sede en Caracas, para hacerle creer que la ofensiva final que se avecinaba tenía como objetivo esa ciudad .

    La citada edición publica un oficio del general Bermúdez fechado en Caracas el 14/05/1821 (dos días después) en el cual notifica la “…evacuación de esta plaza por el enemigo después de haber sufrido ayer en el pueblo de Guatire un fuerte revés…”. La edición se complementa con otros informes relacionados con la batalla. Dos ediciones más tarde, N° 107 del 16 de junio de 1821, se publican notas sobre la trascendencia de la lucha escenificada en El Rodeo el 12 de mayo de 1821.

Durante la guerra de independencia hubo más de 80 batallas además de Carabobo, y solo una, la Batalla de El Rodeo, mereció ese honor. Así, el 31 de mayo de 1821 en un Correo Extraordinario del Orinoco, se reseñó la batalla.

En el Correo del Orinoco se puede leer, entre otras, información sobre el Discurso de Angostura, los Congresos de Angostura y Cúcuta, el Armisticio de Regularización de la Guerra firmado por Pablo Morillo y Simón Bolívar, las batallas de Boyacá y Carabobo… y la batalla de El Rodeo.

La batalla fue de suma importancia en el resultado final obtenido en 24 de junio de 1821 en Carabobo, y no lo decimos nosotros, los guatireños, por el simple hecho de ser tales, aunque como bien explicó el poeta Guido Acuña al también poeta Rafael Borges, “Ah, es que así somos los guatireños”; no. Se trata de una afirmación pertinente y absolutamente documentada. Es que desde el mismísimo inicio del movimiento independentista los habitantes de este pueblo se involucraron en la noble causa; recuérdese que un guatireño, el sacerdote Francisco José Ribas, firmó el Acta del 19 de abril de 1810.  

 

 

 


 

sábado, 8 de mayo de 2021


 

La Calle Bermúdez

Aníbal Palacios B.

 

Hasta principios de los años cincuenta las calles más importantes de Guatire eran la Bolívar y la Miranda. De hecho, la parte urbana de Guatire llegaba hasta la intersección de la calle Sucre con una calle Bermúdez que comenzaba en la esquina del Peligro (actual Center Plaza) y culminaba su recorrido, de apenas dos cuadras, pocos metros después de las Cuatro Esquinas.

A partir de allí, hacia Las Barrancas, era la carretera nacional Guatire-Caracas inaugurada por Antonio Guzmán Blanco en 1874. No existía la encrucijada actual donde está la Cruz, por lo que para ir a Barlovento y Oriente había que entrar al pueblo, para beneplácito de quienes vendían granjería criolla. Los corrales de las casas de la calle Bolívar terminaban en esa carretera que pocos años más tarde se convertiría en calle a medida que el pueblo fue creciendo urbanísticamente hacia el Oeste hasta llegar a ser la principal vía de acceso al pueblo. En la fotografía anexa se puede apreciar, a la derecha, lo que fuera hasta principios de los sesenta el terminal de pasajeros para Caracas y Barlovento de la línea El Amigo del pueblo.


Calle Bermúez

Los pasajeros aliviaban esos largos viajes con apetecibles dulces como polvorosas, almidoncitos de yuca, pandehornos, arepitas, besitos de coco, papeloncitos de azúcar de Braulio Istúriz, conservas de cidras y limoncitos de la familia Espinoza-Porto,  a la par de los deliciosos productos de las panaderías El Socorro, Moreno, Urrutia y la de Juan María Pereira. Es decir, la calle Bermúdez, en poco menos de cien metros de longitud generaba una intensa y significativa actividad comercial.