jueves, 27 de abril de 2017


CEMAG: Crónica de un atropello gubernamental
Aníbal Palacios B.

 La fortaleza de una institución se cimienta sobre la responsabilidad, la constancia, la credibilidad y el efectivo compromiso social labrado a través del tiempo, y el CEMAG, próximo a cumplir 50 años, es hoy por hoy –junto con el CEA- una de las instituciones más sólidas y de mayor prestigio en la comunidad zamorana. Es una especie de axioma, por tanto no necesita ser demostrado, sin embargo, el pasado 11 de febrero de 2017, la comunidad zamorana puso en evidencia esa fortaleza cuando envolvió al CEMAG en un manto de protección ante el atropello de la alcaldesa del Municipio Zamora quien pretendió desalojar a la Institución de su propia sede, con la arbitrariedad, la arrogancia y el desafuero que otorga el poder político mal ejercido.
 

El pasado jueves 9 de febrero del año en curso, aproximadamente a las 9 de la mañana, un vehículo de la Policía Nacional Bolivariana, con tres funcionarios, bloqueó la entrada del Centro Excursionista Manuel Ángel González (CEMAG). Intrigado, Oscar Muñoz, presidente de esta organización civil, preguntó qué ocurría y un agente policial respondió que esperaban a un funcionario de la Alcaldía. Media después Muñoz insistió en saber qué pasaba y les solicitó que se retirasen de la entrada ya que la obstaculizaban. El conductor consultó y movilizó el vehículo un par de metros, luego se marcharon. A la 1:00 pm, ya no fue un vehículo policial sino seis y no se quedaron en la entrada sino que irrumpieron en el estacionamiento con la coctelera encendida en su techo aunque sin la intemperancia de las sirenas; no hacía falta. Esta vez eran dieciocho los policías que salieron de sus unidades y nuevamente Oscar Muñoz, esta vez visiblemente preocupado, volvió a preguntar qué estaba ocurriendo. Un oficial le respondió que esperaban a un representante de la Alcaldía que vendría a conversar al respecto, y comenzaron a fotografiar el perímetro. Diez minutos más tarde llega una persona y se reúne con los efectivos policiales, Muñoz se acerca, se identifica y le exige explicaciones sobre la presencia intempestiva de la policía en las instalaciones del CEMAG. El funcionario se identificó como asistente del Síndico Procurador Municipal y señaló que se había firmado un decreto que suprimía el comodato del CEMAG y se entregaban las instalaciones a la Policía Nacional Bolivariana. Oscar Muñoz le informa que esta edificación pertenece a la Gobernación de Miranda y no a la Alcaldía de Zamora. El funcionario duda ante una situación que aparentemente desconocía y expone que de cualquier manera había tres escenarios para resolver este inconveniente: 1) Compartir la sede con la Policía. 2) Buscar otra sede al CEMAG para que el cuerpo policial ocupe totalmente el lugar. 3) Ubicar a la Policía en otra sede. Los funcionarios policiales, en una actitud más conciliadora decidieron retirarse del lugar. Seguidamente, y con mucho acierto, Oscar Muñoz prendió la alarma y declaró al CEMAG en emergencia.

El efecto Bacon o la Teoría de los seis grados
A las cinco de la tarde Oscar Kahara Villanueva publicó una nota en el Facebook de la institución (Más de 1400 seguidores). Denunciaba el acoso por parte de la Alcaldía y lanzaba un SOS a la comunidad zamorana. ¡Inundó las redes! La información se propagó de inmediato como uno de esos incendios forestales que suele apagar el CEMAG, sin participación de la Alcaldía, por cierto. Twitter, Facebook, Instagram, Periscope y cuanta red social exista por allí sirvió de vaso comunicante y en cuestión de pocas horas miles de ciudadanos e instituciones de todo el país se solidarizaban con el CEMAG. Existe una teoría conocida como de Los Seis Grados (o efecto Kevin Bacon) que señala, a grandes rasgos,  que cada persona conoce por lo menos a seis más, por lo cual si se difunde un mensaje en un universo de cien personas y estos se comunican con sus amigos, diez mil recibirán la información. Internet y las redes sociales sólo agilizan el proceso. Si alguien dudaba de su validez el CEMAG demostró su certeza. Paralelamente Oscar Muñoz se movía en otros escenarios; se comunicó telefónicamente con Miguel Benavides y José Manuel Milano para informarles del problema y ambos mostraron sorpresa y preocupación. Prometieron interceder  en busca de una solución al conflicto. Otros amigos del CEMAG elevaron el problema a otras instancias y conversaron con el concejal Cruz Ortiz y con Aurora Morales, Presidente de la Asamblea Legislativa del Estado Miranda, una vez le explicaron qué representa la institución, la diputada prometió que investigaría sobre la situación y comunicaría  su respuesta.
El día viernes, a las 11 de la mañana seis vehículos policiales irrumpen nuevamente en la sede del CEMAG; Oscar Muñoz invita a los funcionarios a conversar en la Oficina, cinco de ellos entran, indican que esperan a la alcaldesa, quien llegó media hora más tarde. “Bienvenidos a su sede” es su altanero saludo tomando en cuenta que estaba en casa ajena. Explica que requiere el espacio para un contingente de treinta o cuarenta policías que conformarán un cuadrante de seguridad en la zona. No vino a dialogar sino a imponer su decisión. Oscar Muñoz y Yolanda Crespo intentan explicarle que su actitud es un atropello a la institución y el CEMAG rechaza su arbitrariedad. Los ánimos se exaltan, la alcaldesa se altera y dice que no hablará más porque va a rescindir el comodato y llamar a la Guardia Nacional para que tome las instalaciones y se las entregue a la Policía Nacional; “esto queda expropiado”, finaliza. Encolerizada, abandona la sala y al salir observa que David García llega al lugar. La Alcaldesa, al verlo, retorna a la Oficina, comienza a tomar fotografías a los presentes  y grita  golpeteando la pared con su mano: “…vayan buscando sus documentos de esto…la Guardia vendrá hoy mismo”.


A todas estas, el conflicto ya es vox populi y de las redes sociales pasa a la calle, la gente comienza a llegar a la sede a expresar su solidaridad. Ex miembros de la institución, Grupos Scout, Voluntarios de Defensa Civil, Bomberos, ONG ambientalistas, estudiantes  de Escuelas, Liceos, Institutos Universitarios a quienes el CEMAG ha asesorado en sus tareas y tesis de grado, organizaciones culturales, sociales, deportivas, vecinales y políticas, todos se acercan y manifiestan su perplejidad ante lo que está ocurriendo y ofrecen su apoyo incondicional, de la tertulia surge la idea de convocar una Asamblea Popular para el día siguiente, sábado 11, a las 4 de la tarde y se procede a informar a la comunidad a través de las redes sociales. Pese a la premura la asistencia fue masiva, y entre los acuerdos resaltantes estuvo la del concejal Alexander Pertuz de solicitar en la próxima Sesión del Concejo  Municipal que el CEMAG fuese declarado Patrimonio cultural y ambiental del Municipio Zamora.

La politización de los problemas sociales
La presencia de los concejales y otros dirigentes políticos llevó a algunos funcionarios de la Alcaldía a expresar que el CEMAG había politizado el conflicto cuando es exactamente lo contrario.  David García, por ejemplo, es representante del Gobernador en el Municipio y era su deber conocer qué estaba ocurriendo con una instalación que pertenece a la gobernación, tan simple como eso. De un tiempo a esta parte los funcionarios gubernamentales, de todo nivel, se han dedicado a politizar los problemas de las comunidades en lugar de enfrentarlos y solucionarlos. Esta actitud genera unas consecuencias distintas a las que buscan porque pierden espacios sociales al no dar respuesta a las contrariedades que sufre la población. El conflicto en sí es político por cuanto la alcaldesa se ampara en unas prerrogativas políticas circunstanciales y abusa de ellas. Cuando el CEMAG contacta con dirigentes como José Manuel Milano, Miguel Benavides, Cruz Ortiz y Aurora Morales, está buscando una solución política al conflicto, claro que sí, pero dentro de la esfera gubernamental, conscientes de que en la actitud de la alcaldesa no había espacios para el diálogo. Y es la disposición de la diputada Morales y el concejal Ortiz lo que pone freno al atropello. Los demás apoyos políticos vinieron después, por sí solos, y son pertinentes, por lo demás. En la solución de la crisis, entonces, hubo un componente político formado en parte por los dirigentes gubernamentales, hay que admitirlo. Sin ponerse de acuerdo, cada cual por su lado y a su manera, dirigentes de uno y otro lado se unieron a la comunidad cemagtica en la búsqueda de soluciones, y en tiempo perentorio; el resto lo hizo la comunidad entera que enfrentó y rechazó el comportamiento ilegal, abusivo y arbitrario de la alcaldesa. Es pertinente destacar que si bien el despliegue policial era intimidante por su dimensión, la actitud de los funcionarios siempre fue respetuosa hacia la institución.

Patrimonio cultural
Por iniciativa de Alexander Pertuz, en la Sesión de Cámara del 14 de febrero de 2017 los concejales declararon al Centro Excursionista Manuel Ángel González (CEMAG), y sus instalaciones,  Patrimonio Cultural y Ambiental del Municipio Zamora. En un emotivo acto en el que intervinieron todos los ediles hubo a su vez el Derecho de Palabra de Luis Martínez, expresidente del CEMAG, y Mariana Ereipa, periodista y destacada ambientalista aldeana quien en un conmovedor discurso expresó: “Venimos con el corazón en la mano para solicitar que detengan este atropello”… Su emotividad hizo lagrimear algunos ojos y los aplausos del público asistente más que a sus palabras agradecían el inmenso, tierno, sensible y estremecedor componente sentimental que su cuerpo entero reflejaba al hablar. Gracias Mariana.

 
Apoyo institucional
Además de los cientos de personas que individualmente se acercaron a la sede a expresar su sólido respaldo a la institución y las miles que lo hicieron a través de las redes sociales, el CEMAG ha recibido el incondicional apoyo de instituciones como el CEA, a quien consideramos nuestro hermano mayor, Ecosendero, las Niñas que Siembran, Parroquia Católica Beato Manuel Domingo y Sol de la Urbanización la Rosa, Biblioteca Don Luis y Misia Virginia, Artegua, la Fundación Ambiental Amigos del Camino la Red de Patrimonio Cultural del Estado Miranda y la Asociación de Vecinos de La Campiña, entre tantas. Por esta razón no extrañamos la ausencia de los dirigentes de ASOPUEBLO, pero dado el respeto y la consideración que una vez le tuvimos nos hubiese gustado verlos allí, apoyando al CEMAG en su lucha contra el atropello del cual era víctima. Seguro estamos de que en otra época, y en las mismas circunstancias, se hubiesen solidarizado activamente con la institución, pero los tiempos cambian, y algunas organizaciones también, y eso lo respetamos.

 

jueves, 6 de abril de 2017



La leyenda del Nazareno de Guatire
Aníbal Palacios B.

Un inusitado interés despertó en la población guatireña los actos conmemorativos de la Semana Santa de 2005 motivado a que después de 144 años volvió a verse la cabeza del Nazareno que alarmó a la bucólica aldea guatireña en el año 1873 y que, a falta de crónicas escritas, generó una leyenda en la cual se tejió una misma versión del suceso pero con diferentes protagonistas.

Conocíamos un lejano y difuso cuento de abuelos que narraba un hecho ocurrido en la iglesia Santa Cruz de Pacairigua, pero por inverosímil no le dábamos mayor crédito. Parecía una de tantas narraciones propias de Julio Lezama un personaje nacido en Las dos Quebradas (Araira) a principios del siglo XX a quien llamaban “el hombre más embustero del mundo” por su facilidad para inventar amenas y estrambóticas fábulas que nadie creía pero que a todos gustaba. Así que cuando Margarita Centeno me invitó a narrar esta leyenda le expliqué lo poco que me gustaba escribir sobre temas que no podían sostenerse documentalmente, y esos hechos tenían mucho mito y escasa veracidad.
-¿Cómo que escasa veracidad?, ¡la historia es real!- respondió enfática. Por mucho tiempo yo tuve la cabeza del Nazareno en la esquina de esta sala. Le diré a Esther María que hable contigo y te explique lo ocurrido.

Se refería a Esther María Jaspe Espinoza, nieta de Baldomero Espinoza. Margarita ignoraba que Esther había fallecido pocos días antes de nuestra conversación y había solicitado la cremación y que sus cenizas reposaran en la capilla del Nazareno de Guatire. Tres días más tarde Gustavo y Luis Tortabú, hijos de Esther, se presentaron en la sede del CEA donde casualmente ese día había una reunión de la Academia de la Historia de Guatire; conversamos sobre la petición de su madre y les expliqué si se exhibía la cabeza del Nazareno durante la Semana Santa podía convenir con los directivos de la Sociedad Sostenedora del Culto del Divino Maestro que satisficieran  los deseos Esther María Jaspe Espinoza, y así ocurrió
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Leyenda y realidad
El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define la leyenda, en una de sus acepciones, como la relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos, mientras otros diccionarios definen el término como la narración de sucesos fabulosos o imaginarios, generalmente basados en un hecho real; y eso es precisamente lo que rodea lo acaecido en Guatire en el año 1873. Se dice que durante la Semana Santa, al momento de bautizar la nueva figura del Nazareno (ceremonia acostumbrada cuando llegaba una nueva imagen al templo), entre sus padrinos estaba una pareja que vivía en concubinato, lo cual era desconocido por los vecinos. Esa relación de parejas hoy es muy común, pero en el siglo XIX no era aceptada por la sociedad. Otra versión señala que fue el Jefe Civil, tampoco casado con su pareja, quien se empecinó en tener el honor de apadrinar la imagen, pese a que era público y notorio el estatus de su relación, y nadie se atrevió a cuestionar su pretensión por tratarse de la Máxima Autoridad del pueblo; por entonces los Jefes Civiles mandaban de verdad. Para sazonar un poco esta última versión, logramos determinar que la Semana Santa de 1873 transcurrió entre el 6 de abril (Domingo de Ramos) y el 13 de abril (Domingo de Resurrección) y también que, ¿casualmente?, los registros públicos señalan que el general Silvestre Graterol asumió el cargo de Jefe Civil de Guatire a partir del 26 de abril de ese año; es decir, dos semanas después del Miércoles Santo. ¿Fue acaso destituido su predecesor por provocar una alteración del orden público? Debemos tener presente que eran momentos de guerras, levantamientos y revueltas que brotaban de manera silvestre por todo el país, y no había necesidad, ni era tolerado, que ningún funcionario público las provocara innecesariamente sólo por  satisfacer veleidades personales. .
 
Los sucesos
Dice la leyenda que en el momento de proceder al ritual del bautismo, El Nazareno observó que sus padrinos eran pecadores y ante el asombro levantó la cabeza, los ojos brotaron de sus párpados, sacó la lengua, su rostro se deformó y soltó la cruz, manifestando así su indignación ante el agravio. Ciertamente, el Nazareno de Guatire no sostiene con sus manos la cruz que carga. En ese momento los asistentes al acto huyeron despavoridos del recinto y contaron a quienes no estuvieron presentes lo que habían visto “con sus propios ojos". La tradición oral, a falta documentos, se encargaría de transmitir lo ocurrido de generación en generación

La crónica
La Sociedad Sostenedora del Culto del Divino Maestro se fundó el 11 de abril de 1868; su primer Presidente fue Julián García y entre sus miembros estaba el padre José María Istúriz, Tesorero de la misma y párroco de esta feligresía para el momento en el cual ocurrió esta historia. En el Libro de Acta de esta Sociedad  consta que el 3 de mayo de 1873, Baldomero Espinoza fue autorizado para trasladar a Caracas la imagen del Nazareno para sustituir la cabeza por otra semejante a la del Nazareno de San Pablo. En dicha Acta no se especifica cómo ni por qué se deformó la imagen. Otro elemento que se sumó a la polémica que generó este acontecimiento gira en torno a la propiedad de la imagen y a la relación de Baldomero Espinoza con la Sociedad. Se dice que Espinoza no era miembro de ella, y por su gesto de sufragar la nueva imagen fue nombrado Miembro Honorario. Esta designación consta en el Acta del 03/05/1873; es decir un mes luego de ocurridos los hechos que narramos. Pensamos que bien pudo ser miembro de la Sociedad y recibir tal honor; de hecho, poco tiempo después fue nombrado Vicepresidente y meses más tarde, por razones no explicadas en los libros, renunció al cargo y a su condición de Miembro Activo, más no a su categoría de Honorario.
En relación a la propiedad del Nazareno, la familia Espinoza-Jaspe, siempre ha señalado que perteneció a ellos. Era costumbre en la época que las imágenes eran propiedad de las familias, y algunas de ellas las donaban a la Iglesia o a las Sociedades. En la misma Acta que citamos del 03/05/1873 está explícitamente escrito que la imagen del Nazareno pertenecía a la Sociedad. No obstante, nos preguntamos ¿por qué Baldomero Espinoza conservó la cabeza original, una vez sustituida, y no la Sociedad? Tal vez los prejuicios propios de la época permitieron que la Sociedad no se interesase en ella.
¿Fue  originalmente suya la imagen? Es necesario acotar que el Nazareno estuvo por muchos años bajo la custodia de la Familia Espinoza, que por lo demás vivía justo frente a la iglesia. En el año 1928 se construyó la capilla del Nazareno, ubicada en la calle Miranda, en la esquina que conduce al sector conocido como Candilito, y la remozada imagen fue llevada de la sala del hogar de los Espinoza-Jaspe hasta la nueva sede. De la Sociedad del Divino Maestro se conoce su Reglamento, que data de 1891, que nos sirvió de base para nuestra investigación, pero se desconocen sus estatutos y su primer libro de Actas.

¿Casualidades o causalidades?
¿Es acaso casualidad que la Junta Directiva de la Sociedad del Divino Maestro de ese año 2005, a cuyo frente están Ángel Pereira, Rosana de Persis y Marianela Velásquez, haya exhibido la imagen del Nazareno en esta Semana Santa? Nuestra inquietud nace de la connotación que tiene la Conmemoración Pascual en este año 2005. Como es del conocimiento general, la Iglesia Católica celebra la resurrección del Señor el primer Domingo después de la primera luna llena que ocurre luego del equinoccio de primavera (marzo 21), y este año ocurre una confluencia poco común, que acontece tres o cuatro veces en un siglo: el Día de la Anunciación (25 de marzo) coincide con el Viernes Santo, el anuncio de la llegada de Jesús con el día de su pasión y muerte. La última vez que esto ocurrió fue en 1932; en el presente siglo se repetiría el acontecimiento en pasado año 2016 y luego volverá a suceder en  2089 y 2095.

¿Qué observó el público?
Explicamos la leyenda en referencia por la prensa local y anunciamos la exhibición de la cabeza del Nazareno en su capilla; esto generó  en la población  una gran expectativa por ver esa imagen. Para la gran mayoría era la primera vez que oían sobre la leyenda; algunos estaban al tanto de ella a través de sus padres y abuelos, pero jamás habían visto la cabeza puesto que de desconocía su existencia y por ende no se exhibía en público. Sólo algunas personas privilegiadas allegadas a las hermanas Edelmira y Esther Jaspe, nietas de Baldomero Espinoza, habían tenido oportunidad de observarla, entre ellas Margarita Centeno, quien nos orientó hacia sus custodios.  La familia Jaspe manifestó que la imagen se "ennobleció" al volver al pueblo y sólo una expresión de asombro acentuada por unos ojos engrandecidos, queda como reminiscencia de lo ocurrido 132 años atrás. La boca abierta deja entrever la posibilidad de que ciertamente haya sacado la lengua y luego ésta se haya retraído; no faltó quien dijera que también se la habían cortado. Hubo quienes manifestaron que todo esto había sido un "invento" de la Sociedad para atraer gente a su sede. Lo cierto es que la expresión del rostro se suavizó; tal vez el Nazareno perdonó el agravio y a las actuales generaciones sólo nos haya impuesto como penitencia el soportar malos gobernantes desde el centenario de los hechos narrados a esta parte, por lo que elevaremos nuestras plegarias por el perdón definitivo, y nos libere de este tormento..

Colofón
Un nuevo elemento, quién sabe si casual o no, se sumó a los que ya conforman la leyenda. En los días previos a la Semana Santa, la alcaldesa Solamey Blanco decidió reparar las deterioradas escalinatas de la bajada de El Calvario, pero el contrato se lo dieron a alguien inexperto en la construcción de escalinatas o, en el mejor de los casos, desconocedor de la importancia de éstas en el ritual aldeano de la Semana Santa, y las construyó muy cortas y demasiado inclinadas. Cuando bajaban el Nazareno, y pese a los cuidados y previsiones que se tomaron, los cargadores perdieron el equilibrio ante los angostos escalones y el Nazareno estuvo a punto de caerse. Se requirió el concurso de muchas devotas manos para evitar un desastre, pero el generalizado y calificado criterio de los concurrentes estableció que el Nazareno buscó caerse para recobrar su original figura, que reposaba a tres cuadras de allí.
Cosas veredes, amigos míos.